25 de junio de 2010

Hojas carpelares: Las hojas carpelares o simplemente carpelos forman junto con los primordios seminales el gineceo de la flor.
En las angioespermas, los carpelos se sueldan siempre en uno o varios recipientes cerrados, los ovarios. Cada ovario contiene uno o varios primordios seminales y hacia arriba remata con un estigma, que sirve para la captura y la germinación del polen, por lo que suele ser papiloso o mucilaginoso-pegajoso. Entre ovario y estigma con frecuencia se desarrolla un estilo que es la prolongación estéril del ovario; su parte interior sirve para conducción y nutrimento del tubo polínico.
Los primordios seminales, que brotan de la placenta y reciben alimento por medio de haces conductores, se hallan en general situados claramente sobre las hojas carpelares, que por esta razón, los carpelos, son considerados como macroesporofilos. Los primordios seminales poseen tegumentos o capas protectoras llamados primina y secundina, los mismos rodean una estructura más o menos ovoidea, masiva y parenquimática, llamada nucelo, excepto en un sitio de apertura llamado micrópila.
El nucelo es diploide y es el verdadero macrosporangio, se diferencia en primer lugar durante el curso de su desenvolvimiento la célula madre de las macrósporas.
El primordio seminal está unido a la placenta por un pie o funículo que es recorrido por un haz vascular hasta la zona de la calaza o chalaza, que es la base del nucelo.

Formación del gametofito femenino o macrogametofito:
En la célula madre de la macróspora se realiza la división reductiva (meiosis), y en consecuencia se forman cuatro células haploides, por lo regular dispuestas en fila. De ellas sin embargo, sólo una, generalmente la inferior es la célula funcional, por lo tanto, es la única macróspora superviviente. A partir de ésta macróspora se formará el macrogametofito, en un primer momento es uninucleada y luego experimenta tres divisiones consecutivas (mitosis), primero en dos núcleos, luego en cuatro y finalmente en ocho núcleos. Con ello queda preparada la formación del gametofito femenino. De los ocho núcleos, tres de ellos se diferencian en el extremo inferior en las células denominadas antípodas que deben desempeñar una función fisiológica de tipo trófico. De los tres núcleos del extremo superior cercano a la micrópila, dos de ellos constituyen las sinérgidas, células acompañantes del tercer núcleo que deviene en la ovocélula. Los dos núcleos restantes corresponden a los núcleos polares.

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